s谩bado, agosto 11, 2018

Florentina Zulueta un princesa esclava.

Princesa dahomeyana; su nombre africano era Tolo-脩o, despu茅s Na-Tegu茅; hasta que fue capturada y tra铆da desde ni帽a a Cuba. Con posterioridad fue “calimbada” y “bautizada” como Florentina Zulueta, y sirvi贸 en la dotaci贸n de esclavos del ingenio Arguedas, del famoso negrero caribe帽o Juli谩n de Zulueta y Amondo, Marqu茅s de 脕lava. Este infame negociante fue de famosa ferocidad y reputado como uno de los m谩s activos traficantes y promotor tambi茅n de la “trata” de chinos.

Florentina Zulueta adquiri贸 conciencia de su nuevo nombre, en los momentos que su opresor se convert铆a en un verdadero monopolista azucarero, y Lincoln proclamaba la abolici贸n de la esclavitud en Estados Unidos. Todav铆a con la llaga viva y doliente del hierro caliente, se帽al de servidumbre, sobre su piel, recibi贸 el burdo vestido de la esquifaci贸n, que no imped铆a la serena expresi贸n de su dignidad. Las marcas tribales de su pueblo estaban grabadas en las mejillas, las sienes y en los hombros de la joven negra. Transcurr铆a el a帽o 1863 en el ingenio Arguedas; al Avemaria, los esclavos formaban en silencio. La princesa sent铆a resbalar sobre su piel de bermejo puro, la mirada torva y lasciva de Catalino Miranda, el brutal y primitivo contramayoral, que ya estaba “cebado” con Luisa Yeb煤 y Francisca Agua-Ti, y trataba de adivinar lo que ser铆a de su encuentro con la negra Florentina Zulueta.

En 1868, NaTegu茅 ten铆a 40 a帽os cuando el Padre de la Patria, Carlos Manuel de C茅spedes, proclam贸 la igualdad de todos los hombres. Seis a帽os despu茅s de que el Rey Alfonso XII firmara el decreto que determinaba el cese de la esclavitud en Cuba, esta fue virtualmente liquidada. Los negros continuaron siendo la principal fuerza de trabajo en el pa铆s, de modo que la explotaci贸n y el desprecio sustituyeron a la servidumbre.

Parte considerable de la oscura dotaci贸n humana del Arguedas se asent贸 en el municipio de Perico, Matanzas. Florentina Zulueta se hab铆a hecho “montar” en su cabeza a Hebioso, el guerrero que tronaba y fulguraba con sus rayos; durante su consagraci贸n, recibi贸 el nombre ritual de Tron贸, que quiere decir: “todo lo tiene”. La bandera de naci贸n de Florentina Zulueta era de color morado, con una estrella amarilla en el centro. El pa帽o se colocaba junto con el cubano tricolor, en la entrada de la Sociedad Africana, en la calle Clemente G贸mez No. 183. La princesa dahomeyana acariciaba con devoci贸n las dos insignias.

Florentina Zulueta era una mujer dulce y amable, le gustaban los ni帽os, pero la vida no le dio los propios; en cambio, ella cri贸 a muchos; su esposo, Ta Facundo, era tambi茅n arar谩, su santo era Male. Todos saludaban a Florentina Zulueta con los brazos cruzados e inclinando la cabeza. Hablaba muy suave y bajito, su ropa estaba siempre almidonada; pero cuando se le “sub铆a” el santo era algo muy grande: una persona que inspiraba mucho respeto. La 煤nica foto de Ma Tron贸 est谩 extraviada, pero la imagen qued贸 en el recuerdo de su hija de crianza., sus vecinos y todos los que iban a verla. Florentina Zulueta fumaba tabaco, pero no beb铆a. Desayunaba agua con az煤car y prefer铆a el tapi-tapi, comida de Hebioso, que consist铆a en pelotas de arroz ya cocinado y aplastadas como tortas, a las que les agregaba quimbob贸, o caldo de gallina.


A los 105 a帽os de edad muri贸, en 1933; con ella desaparecieron las ra铆ces m谩s puras de su raza entre nosotros. Antes de su fallecimiento se es forz贸 por hablar, condujo a los que estaban con ella a un rinc贸n del cuarto, donde estaban las prendas sagradas de su religi贸n, y descubri贸 el gran pa帽uelo rojo y blanco que cubr铆a a Hebioso; era la primera vez que alguien no consagrado enfrentaba al poderoso fod煤n arar谩. Al final, con la misma humildad con que se enfrent贸 a la vida, enfrent贸 la muerte. La llevaron en hombros al cementerio, la colocaron dentro de una caja que cost贸 100 pesos; todo el pueblo estaba de duelo. Los santos y prendas se repartieron entre los miembros destacados de la Sociedad Africana. A los 150 a帽os exactos del nacimiento de Na-Tegu茅, varios descendientes de los arar谩s se incorporaron como grupo folcl贸rico al movimiento de aficionados; con posterioridad, varios ni帽os constituyeron el grupo OmoLadde. En el cementerio, los restos de aquella mujer, princesa y esclava, est谩n mezclados con la tierra donde su raza sufri贸 y perdur贸 en la nueva naci贸n mestiza.

FUENTE:
EL MUNDO DE LOS BRUJOS.

1 comentario:

  1. Foros de San Martin de Porres donde podemos ver la opinion de caballeros y se帽oritas de todo el distrito de Smp

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