jueves, septiembre 29, 2016

SAN MIGUEL ARCANGEL



Miguel quiere decir: ¿Qui茅n como Dios?. Es decir: ¿qui茅n es tan grande, tan amable y justo como Dios?. Conociendo el significado de su nombre tal vez nos preguntemos: ¿qui茅n es San Miguel?, ¿de qu茅 o de qui茅n nos protege?, ¿cu谩l es su misi贸n?
Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios y su poderosa defensa contin煤a en el Nuevo Testamento. Es representado como el 谩ngel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su pie sobre el enemigo infernal, amenaz谩ndole con su espada o traspas谩ndolo con su lanza. Suele represent谩rselo con una balanza, pues es defensor de la justicia y su fiesta es la m谩s antigua de las instituidas en honor de los 谩ngeles, la 煤nica que se celebraba en los primeros tiempos.
La cristiandad, desde la Iglesia primitiva, lo venera como quien derrot贸 a Satan谩s y sus seguidores y los ech贸 del cielo. Es reconocido como guardi谩n de los ej茅rcitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diab贸licos. Es conocido como el 谩ngel de la plegaria y de la adoraci贸n y, finalmente, presentador de las almas de los difuntos a la luz del Para铆so, “la luz santa prometida a Abraham y a su descendencia”. En la liturgia, la Iglesia nos ense帽a que este arc谩ngel est谩 puesto a custodiar el para铆so y llevar a 茅l a aqu茅llos que podr谩n ser recibidos all铆. A la hora de la muerte, se libra una gran batalla, ya que el demonio tiene muy poco tiempo para hacernos caer en tentaci贸n, o desesperaci贸n, o en falta de reconciliaci贸n con Dios. En este momento, San Miguel, est谩 al lado del moribundo defendi茅ndolo.
San Miguel es nuestro protector y para cumplir la misi贸n de protector es necesaria, adem谩s de del poder, otra cualidad: la bondad. Su bondad, es tan grande como su poder. Bajo sus 贸rdenes, todos los 谩ngeles trabajan por la protecci贸n de los hombres. Ahora cabr铆a preguntarnos: ¿nosotros nos empe帽amos tanto como ellos en nuestra propia salvaci贸n?
Por otro lado, San Miguel es nuestro modelo. Modelo de recogimiento y de uni贸n con Dios. Es modelo de inocencia y de pureza, no tiene sino pensamientos y deseos santos, modelo de humildad, confiesa que Dios lo es todo y que toda persona debe quitar de s铆 el orgullo, la ambici贸n y la vanidad. Es tambi茅n modelo de celo. S贸lo aspira a hacer amar a Dios y a Jesucristo, su hijo. San Miguel es modelo de dulzura
El procede en todas sus acciones con perfecta calma y nos muestra claramente que la modestia, la dulzura y la paciencia son las mejores armas contra nuestros enemigos
En San Miguel encontramos el modelo de todas las virtudes.
Se nos ense帽a en la tradici贸n que San Miguel preside el culto de adoraci贸n que se rinde al Alt铆simo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y est谩 de pie ante el altar como nuestro intercesor y elportador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios. Tambi茅n hay que notar las apariciones marianas que han incluido manifestaciones de San Miguel, su relaci贸n con la Eucarist铆a, y a la adoraci贸n debida a Jes煤s Eucar铆stico y a la Sant铆sima Trinidad.
San Miguel en las Sagradas Escrituras
En el Antiguo Testamento:
En el libro de Daniel, Dios env铆a a San Miguel para asegurarle a Daniel su protecci贸n (Dn. 10,13 - 12,1) y guiar al pueblo de Israel por el desierto.
En el libro del Exodo (23,20), el Se帽or dijo a los Israelitas: «Yo voy a enviar un 谩ngel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado. Resp茅talo y escucha su voz...».
En Judas 9, se observa a San Miguel altercando con el diablo y disput谩ndose el cuerpo de Mois茅s, que hab铆a muerto. En obediencia al mandato de Dios, San Miguel escondi贸 la tumba de Mois茅s, ya que la gente y tambi茅n Satan谩s quer铆an exponerla para llevar a los Israelitas al pecado de idolatr铆a.
Tambi茅n se hace alusi贸n a San Miguel en: 2 Mac. 11,6 y 15,22.
En la actualidad, los jud铆os invocan al Arc谩ngel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiaci贸n concluyen sus oraciones diciendo: «Miguel, pr铆ncipe de misericordia, ora por Israel».
En el Nuevo Testamento:
Aqu铆 tambi茅n el papel de San Miguel es muy importante pues contin煤a su poderosa defensa. Con sus 谩ngeles, libra la batalla victoriosa contra Satan谩s y los 谩ngeles rebeldes, los cuales son arrojados del cielo. Es por eso venerado como guardi谩n de la Iglesia. «Entonces se libr贸 una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Drag贸n y 茅ste contraatac贸 con sus 谩ngeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo...» Apoc. 12,7-9.
El honor y la veneraci贸n a San Miguel, ha sido parte esencial de la vida de la Iglesia desde sus inicios. Se le han atribuido innumerables beneficios espirituales y temporales. El emperador Constantino atribuy贸 a este arc谩ngel las victorias sobre sus enemigos y por ello le construy贸 cerca de Constantinopla una magn铆fica iglesia en su honor que se convirti贸 en lugar de peregrinaci贸n, donde muchos enfermos recibieron sanaci贸n por la intercesi贸n de San Miguel.
¿Por qu茅 necesitamos a San Miguel?
Como remedio contra los esp铆ritus infernales que se han desencadenado en el mundo moderno, somos llamados a invocar y buscar la ayuda de San Miguel. Dice el Cardenal Mermillod: "En estos tiempos, cuando la misma base de la sociedad est谩 tambale谩ndose como consecuencia de haber negado los derechos de Dios, debemos revivir la devoci贸n a San Miguel Arc谩ngel y con el gritar: ¡¿Qui茅n como Dios?!"
"La veneraci贸n a San Miguel es el m谩s grande remedio en contra de la rebeld铆a y la desobediencia a los mandamientos de Dios, en contra del ate铆smo, escepticismo y de la infidelidad." (San Francisco de Sales)
Precisamente, estos vicios son muy evidentes en nuestros tiempos. M谩s que nunca necesitamos la ayuda de San Miguel en orden a mantenernos fieles en la Fe. El ate铆smo y la falta de fe han infiltrado todos los sectores de la sociedad humana. Es nuestra misi贸n como fieles cat贸licos confesar nuestra fe con valent铆a y gozo, y demostrar con celo nuestro amor por Jesucristo.
Como individuos, como naciones, como Iglesia, estamos en gran batalla espiritual. Es nuestro deber de amor usar todas las armas espirituales para batallar con amor, fortaleza y astucia. La Virgen dijo a la Venerable Mar铆a Agreda: "Mi hija, no hay palabras humanas que puedan describir el horror del mal que hay en Lucifer y en sus secuaces; y c贸mo sus dardos est谩n dirigidos a la destrucci贸n del hombre. Su gran malicia, su astucia, sus mentiras, sugerencias, sus insinuaciones y tormentos se dirigen a la mente y al coraz贸n humano. El trata de aplastar toda obra buena, de destruirla, de esconderla. Toda la malicia que su mente es capaz de poseer quiere inyectarla en las almas. Contra estos ataques, Dios nos da su protecci贸n: si el hombre tan solo cooperara y correspondiera.
En 1994, antes de la Conferencia en el Cairo, donde se determinaban temas de gran impacto para el futuro moral y social de la humanidad, Su Santidad Juan Pablo II, pidi贸 a todos los fieles cat贸licos, que rez谩ramos la oraci贸n a San Miguel por la intenci贸n de esa conferencia.
Si en tiempo de tentaci贸n, tenemos el coraje de reprender al maligno y clamar la asistencia de San Miguel, el pr铆ncipe de la milicia celestial, el enemigo por seguro saldr铆a huyendo. Si deseamos tener su protecci贸n, debemos imitar sus virtudes, especialmente su humildad y su celo por la gloria de Dios.
 


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