jueves, agosto 23, 2012

TRANSCULTURACI脫N: ¿P脡RDIDA O GANANCIA DE UNA CULTURA?, TRANSCULTURACI脫N: ¿CULTURA IMPUESTA O CULTURA TRANSFORMADA?. PARTE I



Los historiadores dicen que los originarios Indios, con los Negros intercambiaron culturas y saberes y estos a su vez con los Espa帽oles, pero ningunos de ellos se imagina o cuenta como sucedi贸 ese fen贸meno que desde mucho tiempo sabemos que no cayo de los cielos ni fue en santa paz como pretenden hacernos creer los libros.


Muchos le han dado t茅rminos diferentes a este proceso que ha hecho hoy lo que somos y no se sabe si para el futuro inmediato seguiremos si茅ndolo.

Transculturaci贸n este nuevo silogismo o neologismo proviene de los Escritos del gran Cubano Don Fernando Ortiz quien hace alusi贸n al tema en su libro: “Contrapunteo cubano del tabaco y el az煤car. 1940”

Ortiz irrumpe con este libro cambiando los tradicionales conceptos sociales y plantea el termino TRANSCULTURACI脫N  que contrapone la tesis americana de la  ACULTURACI脫N  que era el que se utilizaba para tratar de darle un significado cient铆fico al proceso de transito por el cual pasaba una cultura a otra conforme a todas sus repercusiones sociales que dicho transitar lleva impl铆cito.
 

A prop贸sito escribe Ortiz: “(...) El concepto de la transculturaci贸n es cardinal y elementalmente indispensable para comprender la historia de Cuba y, por iguales razones, la de toda la Am茅rica en general (...)”

(...) Todo cambio de cultura, o como diremos de ahora en lo adelante, toda transculturaci贸n, es un proceso en el cual siempre se da algo a cambio de lo que se recibe “(...) Es un proceso en el cual ambas partes de la ecuaci贸n resultan modificadas. Un proceso en el cual emerge una nueva realidad, compuesta y compleja; una realidad que no es una aglomeraci贸n mec谩nica de caracteres, ni siquiera un mosaico, sino un fen贸meno nuevo, original e independiente. Para describir tal proceso, el vocablo de latinas ra铆ces trans-culturaci贸n proporciona un t茅rmino que no contiene la implicaci贸n de una cierta cultura hacia la cual tiene que tender la otra, sino una transici贸n entre dos culturas, ambas activas, ambas contribuyentes con sendos aportes, y ambas cooperantes al advenimiento de una nueva realidad de civilizaci贸n. (...)”

Evidentemente nosotros el pueblo de Venezuela somos producto de la mezcla entre diferentes seres humanos: Indio, Negro y Espa帽ol, ciertamente cada uno de estos seres pertenec铆an a culturas y mundos distintos el uno del otro. Econ贸mica y socialmente hablando estos seres humanos, estos hombres estaban constituidos en pueblos, grupos o etnias de acuerdo a su forma com煤n de organizaci贸n y participaci贸n, mas sin embargo ten铆an un indicador que les era similar. “eran libres.” Tanto el Indio como el Negro guardaban similitud en sus oficios, en sus formas de elaborar sus casas, en sus formas de constituirse, en sus ritos m谩gicos, m煤sica, danzas y su forma de percibir los fen贸menos naturales, hasta en la medicina ancestral. Con la llegada del Espa帽ol a tierra “Indias” comienza una nueva era: “Esclavitud y Barbarie.” Con ella se rompe esas formas de organizaci贸n originarias de nuestras tierras y de nuestros primeros pobladores, se rompen la manera cotidiana de ejecutar los oficios, se impone un l谩tigo que doblega al que se resiste, se quiebran las generaciones filiales, los genes, las familias, la libertad. Dos pedazos de maderas cruzados sostenidos en una mano empu帽ada recubierta por un guante, impon铆an una nueva manera de creer, en Dios: “Cristocancia” necesitaba de la oraci贸n del nuevo feligr茅s: “Infieles, Esclavos, Piezas.” T茅rminos que despectivamente encierra la palabra: “Indio.” La oraci贸n que se impuso fue el “Dorado Nuestro.” Las palabras de vida fue: “Genocidio.” Y la redenci贸n fue: “Arrod铆llense ante su Dios”: “La Corona Espa帽ola.” 


Conocimos el diezmo que deb铆amos ofrecer al nuevo Dios que se regocijaba en: “Diezmar las poblaciones y comunidades ind铆genas.” La historia narra que los grandes navegantes europeos: “Descubrieron.” Palabra que significa “Quitar el Velo.” Mas nosotros fuimos los que descubrimos un hombre “maligno”, descubrimos el horror y las miserias, ellos les quitaron el velo de la pureza a nuestras mujeres y a nuestros hombres le quitaron el velo de la ignorancia que como cataratas llenaban nuestros ojos.

Mermaron al indio y hasta 脕frica llegaron con la misma formula que ya hab铆an practicado en este Continente. Saqueos, violaciones, matanzas, insurrecciones, pero al final vence el que tiene el poder y las armas. Como piezas fueron tra铆dos, vendidos, torturados y al igual que el Indio originario de Am茅rica fueron presentados antes el Dios supremo: “Cristocancia.


 Los arrodillaban ante su “Dominus”: “La Corona Espa帽ola.”

Lo que si sabemos es, lo que somos hoy es producto de este fen贸meno que pocas veces ocurre en gran magnitud en alg煤n continente del mundo, al igual que tambi茅n sabemos que nunca, o muy pocas veces ocurre de forma pacifica sin que haya quienes defiendan sus verdaderas ra铆ces y quienes se resistan a perderlo todo o en partes, pero quien se resiste siempre es tildado de malo y quien nos impone es el bueno, nos acostumbraron a creer que lo que viene de afuera de nuestras fronteras es lo mejor y a perder la fe y la credibilidad en lo nuestro.
Continuara…

Bibliograf铆a: “Ortiz, F. Contrapunteo cubano del tabaco y el az煤car. 1940”
 Por Cristian Viscochea
Osma, 01 de Julio de 2012.


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