s谩bado, noviembre 25, 2017

Hibr铆dos o Mestizaje Cultural Religiones Afroindocaribe帽as. final

Regla de Osha:

La Regla de Osha es el conjunto de procedimientos y m茅todos que rigen a la pr谩ctica religiosa originada en Cuba alrededor de 1904, producto de la mezcla de elementos procedentes de las etnias de origen africano que hac铆an vida en las barracas de los ingenios azucareros y plantaciones, junto con elementos del catolicismo europeo, cultura de los dominadores blancos; as铆 como algunos elementos propios de la cultura Taina propia de los ind铆genas de Cuba y Puerto Rico.  

Desde el Siglo XVII en Cuba existi贸 poblaci贸n yoruba pero ella representaba m谩s o menos el ocho por ciento del total de mano de obra esclava, integrada tambi茅n por Congos, Minas, Efik y Efok. La fe estaba dividida entre Nfumbis, Iremes y Orishas. 

Por parte de los Yoruba, las primeras formas de iniciaci贸n fueron las hoy conocidas como santo parado, el cual consist铆a en el otorgamiento de derechos rituales que permitieran a la persona hacerse custodio o servidor de determinado Orisha pero no era parecida a la “coronaci贸n” conocida en este tiempo. La metodolog铆a de iniciaci贸n correspond铆a con cada una de las regiones a la que perteneciera un grupo en espec铆fico y l贸gicamente pod铆an distinguirse ceremonias de origen variado, predominando las de los Oyo, Ewagdo, Ijes谩 y la de los Arar谩 (Rad谩) de Dahomey.  
 
La diseminaci贸n de la Regla de Osha en Cuba  y su alcance allende la regi贸n insular, se debe a la presencia de tres mujeres Oriat茅s, Efunshe Worikondo, Oba Tero y Ayay铆 Lew煤, Latu谩n, cuya b煤squeda de posici贸n dentro de la sociedad yoruba descendiente y su papel como guardianas de las tradiciones heredadas de su Africa nativa, las constituyeron en pilares fundamentales de la pr谩ctica religiosa de nuestros tiempos. 

Los primeros Cabildos de los cuales se tiene registro hist贸rico en Cuba datan de 1568. No fue sino hasta 1755 cuando la Iglesia Cat贸lica aprob贸 y oficializ贸 dichas sociedades (conocidas como Sociedades de Mutuo Socorro), previo juramente de sus integrantes de adoptar a la Virgen Mar铆a como su patrona y regirse por la religi贸n de los blancos, dejando de lado sus deidades originarias y aceptando a las nuevas como las “valederas”. Ello oblig贸 a los esclavos a la implementaci贸n de una forma de religi贸n que le permitiera adoptar a las deidades extranjeras y continuar practicando su fe originaria, estableciendo analog铆a entre ambas y dando origen al Sincretismo como forma caracter铆stica de la pr谩ctica Orisha no s贸lo en Cuba sino tambi茅n de algunas religiones de antecedente afro en Brasil, donde a trav茅s de la Curia portuguesa tuvieron que asimilarse algunas deidades al santoral cat贸lico, para perpetuar las creencias originarias y tambi茅n sobrevivir al castigo y las sumisi贸n generada de forma obligada por el colonizador. 

El Sincretismo consiste en una homologaci贸n o equivalencia entre los Orishas (deidades Yorubas) con los Santos Cat贸licos, bas谩ndose en un punto de vista colonialista, donde se obligaba a los esclavos adorar a las deidades cat贸licas, haci茅ndoles creer que eran las mismas deidades de sus culturas originarias. Tambi茅n se asimilaron otras por parte de los mismos esclavos a partir de formas similares, colores y vestimenta de esas representaciones cat贸licas. Asi se asimilaron a Oshun con la Caridad del Cobre, por el tema del barco y la pesca, Yemay谩 con la Virgen de Regla por la maternidad (tiene al ni帽o en brazos), Shango con Santa B谩rbara (viste de rojo, tiene una copa que parece un mortero y usa espada) y as铆 sucesivamente. Si no eran cualidades f铆sicas, fueron cualidades de tipo espiritual pero se asemejaron y dicha idea se entroniz贸 de tal modo en la fe de los afrocubanos que aun hoy en d铆a se practica como cosa cotidiana, tanto que a las deidades de origen yoruba muchas veces se las menciona por su nombre cat贸lico.

Este mecanismo de asimilaci贸n fue un arma de doble filo que utilizo la Iglesia Cat贸lica, con el fin de supervisar las actividades lit煤rgicas de los esclavos pretendiendo que sus creencias fueran convertidas al paso del tiempo y se abandonara la religi贸n de los ancestros africanos. Lo africano era satanizado y de ello tuvo conciencia inmediata el esclavo quien se vali贸 de la estrategia del esclavista y lo enga帽贸, haci茅ndole creer que practicaba catolicismo pero continuaba con su liturgia ancestral en estricto secreto. Bajo el velo de una falsa conversi贸n cat贸lica; el afro descendiente lleg贸 a esconder los secretos de sus deidades dentro de las estatuas de madera y yeso de los santos m谩rtires cat贸licos, salvando por su parte su derecho a creer en sus deidades, pero condenando a la vez su pr谩ctica a un velo de oscuridad y ocultismo, pues si llegaban a ser descubiertos, ser铆an condenados a castigo, l谩tigo, bozal e incluso pena de muerte. En Tierra Yoruba las ceremonias religiosas no se esconden y las iniciaciones se celebran y algunos aspectos pueden mostrarse en fotograf铆as, pero en Am茅rica se hizo necesario esconderse y esa es la principal raz贸n del por qu茅 las ceremonias afrocubanas se rodean de un absoluto hermetismo para la comunidad no practicante y tampoco pueden ser fotografiadas. M谩s que por un hecho de misterio religioso, lo deb铆a ser por mantener la clandestinidad de sus acciones. En consecuencia, ese mecanismo de protecci贸n, termin贸 convirti茅ndose en absoluto tab煤.

Otro elemento que jug贸 un papel importante en el proceso de transculturizaci贸n de los grupos de origen afro, fue la relaci贸n directa establecida con los due帽os de ingenios y plantaciones y se帽ores de casa, lo cual permiti贸 el intercambio por una parte y la p茅rdida por la otra, de elementos culturales, espirituales y de costumbres cotidianas para ser sustituidas por las de ese criollo, descendiente de espa帽oles. Las cartas espa帽olas como herramienta oracular tom贸 una posici贸n nueva en manos del afrocubano, as铆 como tambi茅n se asimil贸 la sesi贸n espiritista y los conjuros y santiguadas de origen cat贸lico, al repertorio de eboses, medicinas y apaciguamientos originarios de su 脕frica nativa.  

Durante el Siglo XVIII Cuba era uno de los territorios bajo dominaci贸n espa帽ola que subsist铆a gracias a la presencia de mano de obra esclava.  El ingenio y la plantaci贸n requer铆an cada vez m谩s de esa fuerza laboral y paralelo a ello, el inter茅s de los Oy贸 de mantenerse como imperio dentro de 脕frica Occidental., los llev贸 a incursionar en la trata como forma de ganar no s贸lo dinero, sino tambi茅n de agigantar su dominio en los territorios vecinos.

Seg煤n Miguel “Willie” Ramos, investigador de la formaci贸n de la Regla de Osha en Cuba, “La predominancia (sic) de Oy贸 comenz贸 probablemente a principios del siglo XVII. Como muchos otros reinos africanos del oeste de aquella 茅poca, Oy贸 no se hab铆a convertido en un imperio pol铆tico unificado hasta comienzos del siglo XVII. Ayudado grandemente por su posici贸n geogr谩fica localizada – en una extensa 谩rea de sabanas – as铆 como tambi茅n por la introducci贸n y la adopci贸n del caballo como uno de sus principales recursos militares, para finales del siglo XVIII Oy贸 ejerc铆a un control considerable en 脕frica Occidental y tambi茅n se hab铆a convertido en un importante abastecedor de carga humana para el comercio de esclavos. La localizaci贸n estrat茅gica de Oy贸 a lo largo de las rutas del comercio trans-sahariano que atravesaban el continente contribuyeron al desarrollo del imperio tambi茅n. Los Oy贸 ganaban una renta considerable por la venta de prisioneros de guerra norte帽os y de otros desafortunados, que fueron comprados de los comerciantes, para quienes Oy贸 era una parada importante en su viaje al sur”.

El n煤mero de los esclavos provistos por Oy贸 para la exportaci贸n, alcanz贸 su m谩ximo nivel en la d茅cada de 1780 a 1790. No obstante, la indiferencia despiadada de las leyes imperiales, hab铆an fijado un mal precedente que culminar铆a en la rebeli贸n de los estados s煤bditos de Oy贸  y tras una lucha de muchos a帽os, el imperio dej贸 de existir. Fue durante este periodo de dificultades en 脕frica y de alta producci贸n de az煤car en Cuba, que los yoruba, entonces mal llamados  Lukum铆, hicieron su entrada en n煤mero considerable en las zonas de Brasil, Cuba y las Antillas Brit谩nicas. Antes de esta fecha, ya entrado el Siglo XIX, la presencia yoruba en el contingente esclavo de procedencia m煤ltiple, no exced铆a el ocho por ciento de la totalidad. Antes de 1850, menos de veinte a帽os despu茅s del fallecimiento del imperio de Oy贸, el nativo yoruba compuso una pluralidad demostrable en Cuba: casi 35 por ciento de la poblaci贸n auxiliar total de la isla.

A mediados del siglo XIX, despu茅s del triunfo de la revoluci贸n en Santo Domingo y el establecimiento de la rep煤blica haitiana en 1803, Cuba hab铆a florecido como la posesi贸n m谩s preciada de Espa帽a en el Caribe. Con la destrucci贸n de la industria de az煤car de Hait铆, se convirti贸 en el primer productor de ese rubro en el mundo. Su expansi贸n econ贸mica depend铆a del trabajo manual proporcionado por los esclavos africanos. En poco m谩s de cien a帽os, Cuba tambi茅n se hab铆a convertido en el importador de esclavos m谩s grande de Am茅rica espa帽ola en la historia del cuarto siglo del comercio esclavista. 

Es en este contexto hist贸rico en donde se desencadenan los hechos que habr铆an de determinar el asentamiento definitivo de la Regla de Osha y de todas las manifestaciones culturales que hoy constituyen parte fundamental de la expresi贸n del afrocubano. 

Seg煤n estudios antropol贸gicos, las mujeres han desempe帽ado un papel fundamental en la religi贸n nacida en Am茅rica, pero no s贸lo aqu铆 sino que 脕frica natal a煤n siguen ejerciendo como directoras de ceremonial y difusoras de su sistema filos贸fico y religioso. Ellas son quiz谩s el 90 por ciento de las “aborisad茅” (o responsables de la direcci贸n ceremonial) en la adoraci贸n de Orisa, conocida en Am茅rica como Osha. 

Seg煤n la tradici贸n oral cubana, hubo tres iyalorishas: Ma Monserrate ‘‘Ap贸to’’ Gonz谩lez “Ob谩 Tero” y 脩谩 Rosal铆a Abre煤 “Efunsh茅 Warikond贸”, las cuales se cree que eran de la regi贸n de Egbado y Timotea Albear “Ajay铆 Lew煤”, conocida como Latu谩n, nacida en Oy贸, a quienes por parte de la comunidad religiosa cubana, se les brind贸 respeto y consideraci贸n, debido a la posici贸n jer谩rquica que ocuparon y al conocimiento que ostentaban.

De la rivalidad y de su necesidad de mantener posici贸n y espacios de poder dentro de sus tradiciones, surgi贸 la divisi贸n de la jurisdicci贸n religiosa para la isla entre Ob谩 Tero y Latu谩n. Las consecuencias de este choque fueron la expansi贸n de la ceremonia de ordenaci贸n “Habana” (con fuertes rasgos de Oy贸) hacia Matanzas y la reconciliaci贸n del Arar谩 (Rad谩) y el Yorub谩, dos etnias africanas separadas y reunidas aqu铆 en Am茅rica, a un punto tal que formaron una nueva metodolog铆a h铆brida la cual es objeto de discusi贸n por parte de muchos estudiosos, defensores de ambas culturas. 

Al descendiente del yoruba nacido en Cuba se le conoci贸 como lukum铆. As铆 mismo se conoce a su rama religiosa. No importa si es en su forma primaria, la cual se conoce como “santo parado”, entrega de Elegu谩 (en sustituci贸n de Esu) y Orisa Tutelar, la cual es m谩s parecida al Adosu yoruba o si es Regla de Osha, pr谩ctica “moderna”, m谩s alejada del yoruba tradicional, nacida en 1904, la cual da car谩cter a la forma de religi贸n Orisha conocida en Cuba en la actualidad. Es importante destacar que no se trata de que los otros m茅todos se hallen en desuso o que no sean v谩lidas, pero La Habana, al ser el epicentro pol铆tico y social de su tiempo, habr铆a de tener influencia clara en otras regiones de la isla y tambi茅n ser铆a lugar de intercambio con otras naciones, expandiendo varios aspectos de su diversidad cultural, incluidas religi贸n, m煤sica y costumbres. 

En el transcurso del desarrollo de la Regla de Osha en La Habana, se une a este movimiento una mujer de origen Ewagdo, Rosal铆a Gramosa,  conocida como Efushe Worikondo, la cual se dice fue ordenada en Ochosi, pero otros estudiosos afirman que en Obatal谩, pues su nombre parece ser diminutivo de Efusheton, (ba帽ada en cascarilla) y ese oruk贸 corresponde con los iniciados en dicha deidad. Efushe “metodiza” la forma que hoy se conoce como Regla de Osha. Modifica la doctrina y a帽ade cuatro deidades m谩s a la ceremonia de iniciaci贸n. Sustituye el “santo parado” por el “Asentamiento” o “Kari Osha” el cual consiste en la entrega de “los cinco Orishas Principales” (Obbatala, Yemaya, Oshun, Shango, Elegu谩), comienza a poner las deidades en la cabeza en simbolismo de coronaci贸n, a帽ade dos colores m谩s (azul y amarillo) al rojo y blanco de la liturgia yoruba,  promueve la tirada doble del caracol en la adivinaci贸n para obtener una letra complementada y realiza el primer “Pinaldo” o confirmaci贸n de la alimentaci贸n de los Orishas. 

Dichas pr谩cticas continuaron despu茅s de su muerte en 1920, debido a la cantidad de adeptos que ten铆a y la fama que la preced铆a a su precursora. Es la forma de religi贸n Orisha que conocemos en mayor铆a y fue difundida en algunas comunidades de habla hispana de Estados Unidos y Puerto Rico, as铆 como tambi茅n en Venezuela durante los a帽os 50, estableci茅ndose definitivamente en nuestro pa铆s en la d茅cada del 70. 

La “Regla de Osha” o Santer铆a Afrocubana, a pesar de la diferencia tan marcada en muchos aspectos de la religi贸n Orisa de Tierra Yoruba, ha mantenido como base fundamental la adoraci贸n a los Orishas, las cuales son representados con piedras y elementos de la naturaleza, como madera, hierro, objetos marinos, entre otros de origen mineral, animal o vegetal,  as铆 como tambi茅n ha mantenido el mismo medio de comunicaci贸n con las deidades por medio del Eerindilogun. Lamentablemente, se perdieron formas idiom谩ticas propias y se di贸 paso a una nueva lengua nativa, producto de la mezcla de varias etnias, dando origen al Anag贸 o al Lukumi americano, el cual difiere notablemente de la lengua de los ancestros. 

La Regla de Osha tiene formas y m茅todos propios, siendo claro su origen y vinculaci贸n con el elemento yoruba. No obstante, tambi茅n se aliment贸 de formas del catolicismo y de otras etnias de origen afro como los Congos, adopt谩ndose pr谩cticas como “rayarse en Palo” antes de consagrar Osha o tener un munanzo en casa. Esto debe entenderse que nace producto del intercambio cultural surgido entre miembros de distintas etnias que compartieron juntas, que por razones religiosas. El Palo Monte vino de 脕frica Central, Orisha de 脕frica Occidental y en el Continente no se conocieron unos con otros. Los or谩culos propios de cada uno son el Errindilogun para Osha y Chamalongos para Palo Monte, por ello es importante que ambos se mantengan separados unos de otros. El hibrido de origen qued贸 claro y dio a luz a Regla de Osha, una cultura con identidad propia, la cual actualmente corre el riesgo de perderse por influencias externas en cuanto al uso de m茅todos de adivinaci贸n que son ajenos y tambi茅n transculturizantes en su contenido general. El “santero” debe usar caracoles y no chamalongos, barajas, tabacos o vasos de agua para interpretar la palabra de Orisha. 

Respecto de lo anterior, es importante reconocer que el contenido del or谩culo del Dilog煤n americano, procede de If谩, por cuanto Babalorishas e Iyalorishas tienen un m茅todo unificado de interpretaci贸n. Si se altera, entonces se terminan marcando obras con espiritus, embajadas espirituales, nsalas de Palo Monte y trabajos de tipo similar, lo cual nada tiene que ver con Orisha y aleja al devoto del legado originario de Efushe y los mayores que formaron la Regla de Osha de Cuba.  

La pr谩ctica de Cuba es sincr茅tica y si bien es cierto que permiti贸 se mantuviera la fe en Orisha perpetuada en el tiempo, es un elemento que lacera la verdadera identidad yoruba. Aceptando que son deidades cat贸licas, estamos negando a nuestros yoruba y anteponiendo una cultura extra帽a a la de nuestros ancestros. Tampoco el hecho de provenir de familias cat贸licas y de predominar el elemento euro centrista en nuestra cotidianidad, autoriza a negar una cultura de amplio desarrollo en la 脕frica Occidental de su tiempo y que es hoy ejemplo de paz, hermandad y legado patrimonial para la humanidad toda. Los iconos del catolicismo se usaron para aniquilar el pensamiento originario de muchos lugares. Es justo entonces que se d茅 a cada quien el lugar que merece, m谩s all谩 de consideraciones que puedan herir a quienes piensan diferente. Como practicantes de If谩 Orisa Tradicional, abogamos por el buen car谩cter y la paz, as铆 que esta observaci贸n se hace sin 谩nimos de se帽alar a ninguno.  

If谩 Afrocubano:

En la cultura Yoruba, If谩 es la palabra de Olodumare (Dios - El Supremo) transmitida directamente a Orunmila (Irunmole de la Sabidur铆a y Testigo de la Creaci贸n, Eler铆 Ipin), el cual la codific贸 y agrup贸 en 256 casilleros (versos, cap铆tulos, Odu), con el fin de que este mensaje pudiera ser comprendido por los seres humanos, para de esta forma poder ayudarnos y guiarnos en nuestro tr谩nsito por el planeta Tierra.

Para sus devotos, If谩 es m谩s antiguo incluso que la existencia del mismo planeta Tierra e incluso el Sistema Solar. If谩 es la religi贸n que se practica en el Cielo.  Es la religi贸n que todos los Irunmoles y Orisas practican, ya que If谩 es el conjunto de instrucciones del mismo Olodumare tanto para todo ser existente, Irunmoles, animales, plantas, seres inanimados y seres humanos. Es por esta raz贸n que los Yoruba m谩s que practicarlo como una religi贸n, lo adoptan como una forma de vida, como su propia cultura. 

Seg煤n If谩 el centro de la vida y la cuna de la raza humana es 脕frica. Esta teor铆a fue apoyada por la ciencia miles de a帽os m谩s tarde, al demostrar que los continentes como los conocemos hoy en d铆a, en un principio fueron una sola masa de tierra gigantesca unida, la cual fue denominada por la comunidad cient铆fica como “la gran panguea”, al igual que los f贸siles m谩s antiguos asociados con la raza humana han sido encontrados en tierra africana. Del mismo modo existen hallazgos arqueol贸gicos y pruebas hist贸ricas, que afirman que la cultura yoruba realizaba pr谩cticas de if谩, incluso antes de que cualquier otra forma de religi贸n se manifestara.

Desafortunadamente al igual que las otras tres religiones que mencionamos anteriormente en este escrito, incluso el mismo If谩 fue susceptible a los cambios y ataques productos de la trata esclavista que sufri贸 la comunidad africana. Sin embargo, hoy en d铆a podemos asegurar que gracias al ah铆nco y esfuerzo sin precedentes de los esclavizados por mantener viva su cultura, If谩 es conocido en todo el mundo y ese movimiento esclavista lejos de diezmar una cultura lo 煤nico que consigui贸 fue expandirla por todo el planeta. La raza afro descendiente, no importa su mezcla, es la mayor en n煤mero y manifestaciones que cualquier otra raza humana. 

C贸mo en el nacimiento de todas las di谩sporas, la mezcla de costumbres, el uso de elementos sincr茅ticos y los intentos de suprimir una cultura y sustituirla por otra en tiempos de colonizaci贸n, dan origen a nuevas manifestaciones sociales o religiosas. Es as铆 como If谩 en Cuba adquiere formas distintas a cualquier otro linaje de tierras africanas siendo un hecho tan notorio, que dentro de la misma Tierra Yoruba, se le reconoce como un linaje m谩s de la pr谩ctica If谩. 

Es importante se帽alar que a pesar de que en tierras africanas existen diferentes linajes de if谩 seg煤n la regi贸n en la que se practique, todos ellos basan sus liturgias en el contenido de los 256 Odu de If谩, los cuales tienen el mismo contenido, historias y rezos en todos los lugares de 脕frica en donde se conozca If谩. Los sacerdotes de If谩  utilizan los mismo utensilios:  Iyerosun o polvo de adivinaci贸n en el oponif谩, el cual es obtenido del aserr铆n que rasgan las termitas del 谩rbol de Irosun, los Ikines ;semillas sagradas de palma, el Iroke; campana de madera la cual suenan al realizar sus versos y golpean contra el tablero al momento de invocar un Odu, Irukere ; cola de vaca, la cual utilizan para limpiar los astrales negativos en los encantamientos, Opon If谩 es un tablero circular o rectangular de madera el cual se realiza artesanamente y lleva por lo general la cara de Esu como testigo en la parte superior del mismo y  Opele que es una cadena realizadas con semillas del 谩rbol de Ope, la cual es lanzada para consultaci贸n a if谩. En tierra Yoruba, es de vital importancia que un practicante de if谩 honre y mantenga la tradici贸n de su linaje, ya que esto expresa y resalta el respeto que 茅l tiene con sus antepasados quienes le ense帽aron esta pr谩ctica milenaria y es por esa raz贸n que a pesar de utilizar los mismos utensilios y basarse en los odu de If谩 cuyo contenido es el mismo, nunca veremos a un Babalawo (sacerdote de If谩) de Oy贸 realizando itelodu (iniciaci贸n en If谩), ebo (sacrificio), o dafa (consulta a If谩), del mismo modo que un Babalawo de Il茅 Ife, por ejemplo, debido a que sus formas de practicar If谩, ancestralmente son diferentes. Si un Babalawo llegase a mudarse de su regi贸n de origen por la raz贸n que fuera, el seguir谩 practicando if谩 tal cual le fue ense帽ado por los antepasados de su linaje, es por esta raz贸n que hoy en d铆a es com煤n ver en tierra Yoruba varios linajes en una misma ciudad, sector o calle, incluso en casas vecinas.

En la pr谩ctica cubana, la diferencia va m谩s all谩 del itelodu, dafa o ebo. No s贸lo eso es diferente, sino que al ser un compendio cultural producto de la mezcla de distintas etnias, se tiene como resultado un corpus literario de 256, pero con cambios realmente notorios, de contenido y forma, respecto del Corpus literario de if谩 tradicional yoruba.  El Babalawo catolizado tuvo que incluir en sus escrituras parte de los procesos sociales y religiosos que tuvo que vivir durante la Trata y tambi茅n durante el intercambio multi茅tnico ocurrido en Cuba. A los Orishas y eses del If谩 Tradicional, se tuvieron que adicionar historias del Catecismo y la Biblia. Tambi茅n se a帽adieron utensilios modernos como el rev贸lver o el bombillo, que nacen en alg煤n Odu If谩, asi como tambi茅n ceremonias o deidades de Palo Monte o historias cotidianas que no existen en la literatura yoruba ni en su pante贸n. Los 256 Odu de If谩 en Am茅rica fueron reducidos a refranes populares, para explicar aspectos de la vida, cuyos or铆genes no estaban bien definidos producto del desconocimiento de los nuevos practicantes y de los esclavos yorubas j贸venes, los cuales eran apenas aprendices de las ense帽anzas de if谩 y no manejaban el conocimiento de una manera profunda.

El corpus literario de If谩 en Cuba fue mutilado y reducido a un refranero que expresa la sabidur铆a de la experiencia en esa tierra de adopci贸n forzosa y tambi茅n de ense帽anzas universales. El refr谩n como herramienta literaria alude a la sabidur铆a de un pueblo o sociedad. Es su expresi贸n coloquial. Consiste en dichos populares, breves, de verdad comprobada, generalmente simb贸licos y expuestos, muchas veces, en forma po茅tica que enuncian, en forma figurada y pintoresca, la sabidur铆a de la experiencia del pueblo, de la humanidad, de ayer y de hoy, proyectada en el cauce de la vida. En Cuba se han realizado varios estudios centrados los refranes populares, entre los que destaca singularmente los que han sido realizados por Samuel Feijoo y que recogen de modo inigualable esas expresiones del ingenio popular que son nuestros refranes.

El refranero popular cubano se caracteriza por el elemento multicultural al que Don Fernando Ortiz, primer investigador cuban铆a mestiza, definiera como “ajiaco”. Investigaciones han demostrado que en Cuba los refranes son empleados en todos los estratos sociales, tanto en zonas urbanas como rurales. Como fruto de la conciencia improvisadora del criollo representan la frescura y viveza del lenguaje popular, y constituyen una muestra de la acertada riqueza de observaci贸n y la din谩mica, consciente o inconsciente, del pensamiento popular. El refranero popular cubano abarca todos los temas de la vida: amor, religi贸n, pol铆tica, ciencia, naturaleza, filosof铆a. Entre los refranes relacionados con la herencia espa帽ola cultural, se destacan aquellos relacionados con tem谩ticas religiosas, pero m谩s bien con un sentido popular y un poco profano. Sobresalen en este campo:

“Al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga.”
“Al que madruga Dios lo ayuda.”
“El h谩bito no hace a monje.” 
"No dejes camino por vereda."
"M谩s vale un buen amigo que un peso en el bolsillo."
"El que tiene tienda, que la atienda, y si no, que la venda!"
“Su m谩s amigo es su peor enemigo”

Entre los refranes relacionados con la sabidur铆a popular de los campesinos, a la que en m谩s de una ocasi贸n hace referencia Samuel Feijoo antrop贸logo cubano, podemos se帽alar algunos como:

De cualquier palo podrido, sale un sij煤.
Cuando el maj谩 sube al palo, el palo tiene jut铆a..
De la mentira nace la verdad.

El perro tiene cuatro patas, pero no puede coger cuatro caminos.

Perro no come perro.(Caim谩n no come caim谩n)

El refranero popular cubano recoge adem谩s muchos refranes que aunque se aplican a diferentes situaciones est谩n relacionados o hacen menci贸n a comidas, sobresalen entre los m谩s com煤nmente empleados: 

A quien no quiere caldo, se le dan tres tazas.
El que siembra su ma铆z, que se coma su pinol
Con hambre vieja no hay pan duro.
El muerto al hoyo y el vivo al pollo.
Los refranes como muestra de la cultura popular cubana han encontrado su expresi贸n en otras formas de la cultura tales como la m煤sica tradicional, de donde adem谩s se han tomado algunos estribillos que dada su popularidad han devenido refranes. Cabe mencionar en este grupo:

Toma chocolate y paga lo que debes.
Qu铆tate de la v铆a Perico, que viene el tren.
Cuida铆to compay gallo.

El refranero popular cubano goza de infinidad de frases, dicharachos, f贸rmulas verbales, que se han venido incorporando de manera paulatina al corpus de If谩 y adaptando vivencias de personas como por ejemplo si hab铆a una persona que fuera ladr贸n, traidor o no fuera muy popular y estaba iniciado en If谩 y su odu era ogbe ate se plasm贸 en if谩 y se hizo ley, por eso vemos en la actualidad como personas sin conocimiento reducen el corpus de If谩 llamando al odu Ogbe Ate el gran traidor, o cuando se debela un odu decir que nace el fot贸grafo, o el bombillo. If谩 est谩 escrito en versos, historias, cantos, par谩bolas, ya que antiguamente la transmisi贸n de conocimiento era oral, y esta era la mejor forma de memorizarlo.

Igualmente y producto de la reestructuraci贸n forzosa de las escrituras de if谩, se crearon nuevas ceremonias, nuevos t茅rminos ling眉铆sticos y el implemento de nuevos instrumentos para la adivinaci贸n y realizaci贸n de las nuevas ceremonias, por lo que se empez贸 a implementar el polvo de 帽ame en sustituci贸n del iyerosun, se reemplaz贸 la campana de madera por el cacho de venado que se utiliza para golpear el tablero de if谩 durante la realizaci贸n del Ebo. El opon tiene una cruz cristiana en vez de la cara de Esu Odara y los otros puntos cardinales tienen una calavera, el sol y la luna. Se implement贸 en lugar de la cola de vaca una cola de caballo, y en lugar del Opele se comenz贸 a utilizar ekuele el cual es una cadena realizada con diferente tipo de conchas, las cuales pueden ser: coco, caparaz贸n de tortuga, marfil, metal, piel de cocodrilo, semillas de mango, entre otros. 

En este mismo orden tambi茅n hubo deidades de las cuales el conocimiento de su existencia no lleg贸 a tierras cubanas junto con los esclavos, tal es el caso de la Orisa Igba Odu, la cual es esposa de Orunmila y es una deidad necesaria al momento del Itelodu de un Babalawo. Igualmente, se implementaron y crearon conceptos de nuevas deidades inexistentes en tierras Yoruba, como lo es Olofin, el cual pas贸 a ser el reemplazo de Igba Odu en la ceremonia de Itelodu de los nuevos Babalawos de la Di谩spora.  Tambi茅n se crearon otras producto del santoral cat贸lico y de otros rituales extra帽os a los yoruba. 

Tal es el caso de “Abita” como encarnaci贸n del Diablo. La idea de un ser antag贸nico a Dios, como el Diablo, es netamente cat贸lica, as铆 como la idea de un Oduduwa crucificado y de una ceremonia del “paso del Sant铆simo”, a las doce de mediod铆a, hora de adoraci贸n del sagrario cat贸lico. 

Estas son muchas de las razones que hacen diferente a If谩 afrocubano de cualquier otro linaje Yoruba. Esto explica por qu茅 a veces no encontramos sustentos desde un lado a la ceremonia del otro ni viceversa. Por eso algunos afrocubanos dicen: eso no existe y no puede ser y algunos africanos hacen lo mismo. Hasta no comprender que nuestros 256 odus no son iguales, nuestras liturgias tampoco lo son y no pueden establecerse analog铆as entre una pr谩ctica y otra. 

Si bien es cierto que las diferencias entre la pr谩ctica de If谩 entre Cuba el Caribe es bastante marcada respecto de la Tradicional Yoruba y que no se parece a otro linaje conocido, tambi茅n es cierto que gracias a eso y en honor a los esfuerzos realizados por los Babalawos que mantuvieron viva esta cultura fuera de su tierra de origen, en 脕frica hoy en d铆a ser reconoce al linaje Afrocubano, como otra rama m谩s, surgida por necesidad de supervivencia y tambi茅n es respetado porque a pesar de no ser tan antiguo, se constituye en una tradici贸n s贸lida.  

La verdadera esencia del If谩 Afrocubano es la de la supervivencia. Gente que lleg贸 esclavizada y s贸lo con un taparrabos, logr贸 muchas a veces con pocos conocimientos, dar forma a un modo de preservaci贸n de If谩, el cual es del recurso y el ingenio por garantizar su permanencia en sus corazones y en la fe de sus descendientes. El Babalawo cubano se las arregl贸 para transmitir su conocimiento a nuevas generaciones y as铆 ha lo ha cultivado por m谩s de cien a帽os. 

La practica tradicional Yoruba lleg贸 a Cuba a mediados de los a帽os ochenta. M谩s o menos en 1986, el Oluwo Frank Cabrera Ogbe She, fue instruido por Oluwo Taiwo Abimbola, nigeriano, originario de Oy贸, convirti茅ndose en pionero del conocimiento de If谩 Tradicional en Cuba. La pr谩ctica del Ises茅 If谩, desconocida en la isla, trajo controversias y ya hab铆a quienes se expresaban negativamente a respecto. Hacia los a帽os dos mil, en Venezuela comienzan a conocerse tambi茅n practicantes de If谩 Tradicional y personajes como Santos L贸pez Ifatalami, formado por Oluwo F’alokun Fatumbi y Jos茅 Hidalgo, Ifatokun, instruido por Oluwo Solabagde Popoola, se constituyen en los pioneros de esta ense帽anza en Venezuela, no sin controversias por parte de los awoses locales y tampoco fuertes criticas, las cuales aun no cesan, por desconocimiento del legado venido de Tierra Yoruba. 

A partir de ese momento, los Babalawos americanos comprendieron que su pr谩ctica no era la m谩s antigua, la 煤nica, ni la primera en cuanto a If谩 se refiere, debido a que incluso en tierra Yoruba existen distintos linajes de If谩, aunque con el pasar de los a帽os se ha logrado entender que esto no significa que el If谩 afrocaribe帽o o cualquier diferencia entre uno y otro linaje en 脕frica est茅 malo. La palabra linaje alude a legado y mientras se mantengan las formas propias heredadas por los ancestros cubanos, en cuanto a rituales, materiales ceremoniales e indumentarias f铆sicas, se mantiene su tradici贸n. Malo es pretender cambiar pr谩cticas, instrumentos y ense帽anzas por nuevas tra铆das de 脕frica, poniendo en minusval铆a al If谩 afrocubano, sea por desconocimiento, esnobismo o mercantilismo. Ello s铆 significa un problema que pone en peligro a ambas tradiciones.

Recrear If谩 afrocubano s铆 es un atentado en contra de su identidad y quienes observamos ello con preocupaci贸n somos los tradicionalistas. Se est谩 atentando en contra de la identidad afrocaribe帽a cuando vemos a un Aw贸 usando quilla amarilla con verde y usa una invocaci贸n en lukumi, mientras usa opele y no ekuele afrocubano. Habla Odu afrocubano pero prescribe sacrificios de Tradicional. Realiza Ebo Riru, no Katero y usa iyerosun en vez de polvo de 帽ame pero pone cartucho de papel, hoja de malanga y flechas de cartulina. Tampoco usa cacho de venado sino campana de madera y cola de vaca en vez de cola de caballo.  

Hay casos de awoses que realizan iniciaciones y omieros pero no cantan el tradicional cubano sino que cantan el “susu o” de la liturgia tradicional yoruba y usan obi abata y orogbo en vez de Obi Agbon, o coco tal y como se acostumbra en Latinoam茅rica. Hay quienes afirman ser practicantes de If谩 Tradicional, pero realizan plantes de “mano de Orula” como se realiza en el linaje Afrocubano y en lugar de colocar un ide de cuentas amarillas y verdes, lo colocan de cuentas verdes y marrones, a煤n cuando saben que en if谩 tradicional la practica denominada “mano de Orula” se llama Isefa y es totalmente distinta. 

En p谩rrafos anteriores se enumer贸 que las dos principales diferencias entre Ifa Tradicional e Ifa Afrocubano son el idioma, lukumi para los americanos y yoruba para los nigerianos y la literatura la cual en este lado del mundo no est谩 compuesta por versos sino por historias y refranes. Es por ello que no hay ceremonias nigerianas registradas en la liturgia afrocubana y tampoco viceversa. A veces incluso no existen ceremonias de un lado que s铆 podr铆an existir en el otro. En tal sentido, hay que reflexionar a respecto de la idea de que si pretendemos mezclar ambas formas de If谩, estar铆amos irrespetando ambas culturas. Creando un nuevo linaje y abandonando nuestras ra铆ces y nuestra herencia. Esto es muy preocupante, sobre todo en Venezuela. Estar铆amos creando una nueva religi贸n, ecl茅ctica y deber铆a llamarse algo as铆 como Afro tradicional venezolana, la cual llevar铆a al abandono y p茅rdida de las tradiciones y caracter铆sticas propias de cada legado. 

Hay que reflexionar acerca de que es lo que queremos dejar a nuestros hijos. Un linaje autentico y ancestral con un origen solido que los ayude a ser mejores personas o una mezcla sin historia por simple moda o por no asumir posici贸n, la cual se siga distorsionando carencia de bases s贸lidas acerca del conocimiento que manejamos, la cultura que profesamos y que debemos defender. Llamo al estudio y al cultivo de cada una de nuestras creencias religiosas, tanto las que mencione anteriormente como las que cualquiera de los lectores pueda tener. Debemos mantenerlas puras, sin m谩s mezclas o da帽o del que ya sufrieron con el pasar de los a帽os y los golpes de esclavistas por el intento de dominaci贸n desesperada.

Deben desaparecer costumbres y pr谩cticas como el sincretismo, puesto que ya no hay religi贸n dominante y hay reconocimiento de la diversidad cultural, adem谩s de acceso a la informaci贸n de primera mano por medio de redes sociales. Corresponde estudiar, leer, investigar. En lo que sea que creamos, acercarnos m谩s a Olodumare, el Supremo,  para construir a diario un mundo mejor y lograr que nuestros hijos y seguidores tengan un mundo mejor que el que nosotros tenemos y practiquen una religi贸n que les ense帽e a vivir en paz, con respeto por su propia identidad y por  todo cuanto les rodea.

Finalmente, exhorto a quienes estamos iniciados en varias tradiciones ancestrales de las aqu铆 mencionadas, como Espiritismo, Palo Monte, Regla de Osha o If谩, que intentemos no crear h铆bridos entre ellas,  para que podamos conservar las tradiciones que nos legaron nuestros antepasados y no ir distorsionando las verdades y principios a los que se apegaron y en los cuales se sustentan desde sus or铆genes. 

Quien desconoce o niega su Historia, est谩 condenado a repetir sus fracasos. S贸lo el conocimiento nos hace libres. 

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