Francisca "Panchita"
Duarte
Anima del Taguapire
Sim贸n
Ron Gonz谩lez, actual propietario de la finca “Barrialito” es nieto de don
Natalicio Gonz谩lez quien fuera due帽o del mencionado hato cuando Francisca
Duarte llego a 茅l. Nos cuenta:
“Mi Abuelo
necesitaba de una persona, algo as铆 como una capataz que se encargara del hato
“Barrialito”, y por esta raz贸n que contrata a Luis Salazar, quien consulta a mi
abuelo acerca de si podr铆a traer unos sobrinos suyos a trabajar con 茅l en
“Barrialito”. Y don Natalicio le dice: “tr谩elos chico”. Prontamente se viene al
hato, Cecilio Salazar, Estanislao G眉ari帽a y Francisca Duerto y no Duarte,
tendr铆a unos 25 a帽os entonces, “Pancha” como se le conoci贸, era una mujer
gorda, pafletuda y tetona, si, era de unos senos muy pronunciados.
Francisca
llego a desempe帽arse como ama de llaves. Goz贸 de toda confianza de don
Natalicio, cuando la familia se iba a Santa Mar铆a de Ipire, ella quedaba con
todas las responsabilidades del hato. Fue una mujer responsable, decente,
pulcra. Ten铆a mucho car谩cter era brava y no aceptaba el trato de t煤 a t煤, ¡no
se帽or! ¡Ah!, eso s铆 era una mujer bondadosa; atend铆a en lo que pudiese a los
que por cualquier circunstancia le llegara a pedir un favor.
Esta
Francisca Duerto lleg贸 a aguantar las fierezas de don Natalicio un hombre de
car谩cter endemoniado. Era ella quien lo calmaba, 茅l siempre la respeto, jam谩s
la pretendi贸 como se murmuro.
Ella
tuvo a Margarita su hija 煤nica hija, y a煤n no se sabe con certeza quien fue el
padre de esta. Lo que si es que no fue hija de don Natalicio. Antes cuando los
viejos ten铆an una hija as铆: fuera del matrimonio, le dec铆an a los hijos varones
“no la enamore”. Hasta donde tengo entendido, esto no solo nunca sucedi贸, sino
que Ram贸n uno de mis t铆os maternos, estuvo enamorado de Margarita.
Particularmente he llegado a pensar que Margarita era hija de Francisca y Luis
Salazar, su t铆o.
Francisca
fue una mujer soltar铆a. Llegar como llego al hato “Barrialito”, apenas con el
vestido que llevaba puesto y ocupara la posici贸n que llegara a ocupar, mano
derecha de Natalio quien contrajo matrimonio en par de oportunidades, sin que
tales circunstancias afectaran la posici贸n de “Pancha”.
Don
Natalio, jam谩s le perdono a “Pancha” que se fuera atender al reci茅n casado
Ar铆stides, el menor de sus hijos de su primer matrimonio. Pero “Pancha” no duro
mucho tiempo en la casa de Ar铆stides y se va luego quien sabe si apenada, a
vivir a la costa del r铆o Zuata en la casa “Vivoral” donde al correr del tiempo
en septiembre de 1895, muere.
Natalio
Gonz谩lez al saber de la gravedad de muerte de Francisca, manda al yerno de
茅sta, Juan Tablante, a la saz贸n casado con Margarita, para que le diera
cristiana sepultura no en el sitio donde ella estaba, sino en Santa Mar铆a de
Ipire. Juan Tablante pe贸n de confianza de Don Natalicio, se va con sus
hermanos. Llegados a “Vivoral” y encontrando muerta a Francisca, y sabiendo que
muri贸 de paludismo, la gente emprende marcha atr谩s en su procesi贸n de entierro
llevando el cad谩ver de “Pancha” tendido en un chinchorro colgado de una vara
que cargan los hombres, dos adelante y dos atr谩s, eran unos treinta y seis
kil贸metros a campo traviesa.
Andando
en plena marcha, uno de los enterradores, el que iba a caballo con algunos
v铆veres, observa la presencia de un ej茅rcito que avanzando de dos en dos pasa
lentamente, acto seguido colocan apresurados el cad谩ver a un lado del camino a
la sombra de un frondoso Taguapire y huyen hacia el monte monta帽oso encepado.
Cuando Juan Tablante y sus acompa帽antes quisieron remontar el camino hacia
Santa Mar铆a, que a decir verdad estaba bien cerca, se dan cuenta que el cad谩ver
se hab铆a estripado, estaba reventado, vi茅ndose en la obligaci贸n de enterrarla
ah铆 mismo como a unos 15 metros del camino.
Hay
quienes sostienen que a Francisca la entierran all铆 porque la quebrada de Santa
Lucia estaba crecida. Le acoto “No creo que la crecida de la quebrada de Santa
Lucia, que atraviesa aun la carretera, hubiera sido impedimento para llegar al
cementerio de Santa Maria, porque el negro Juan Tablante la hubiera atravesado
f铆jese que fue un asunto circunstancial lo del ejercito. Otra opini贸n sostiene
que al pasar por el Taguapire el cad谩ver se les puso pesado.
Nos
dice Don Sim贸n “mucho tuvo que ver el romance (poema) compuesto por prospero
infante, un educador de Santa Mar铆a, cronista, ahijado de mi abuelo Natalio,
donde no le coloca el apellido “Duerto” sino “Duarte”, este romance le refuerza
estos poderes a Francisca, ya convertida en Anima del Taguapire. Conocidos,
familiares y el mismo Don Natalicio fueron llev谩ndole velas, milagritos. Yo
llegue a ver el sitio donde la enterraron cuando apenas tendr铆a unos quince
regalitos y restos de esperma. Una y otra vez, incontables veces, los primeros
files o creyentes le derribaron y reconstruyeron casitas y cerquitas nuevas.
Tendr铆a yo unos siete a帽os cuando vi su tumba en la que se le depositaba el
agua. Le estoy hablando de 1914.
El
santuario del Anima del Taguapire esta ubicado a pocos kil贸metros de santa
Mar铆a de Ipire, poblaci贸n zarrapiera y criaderos de mulas, en tiempos pasados,
transito de ganado y aposento de viajeros. Un 谩rea de unos 400 metros cuadrados
sirve de descanso y de refugio a los tantos fieles y peregrino que visitan el
lugar. El santuario en si con su forma rectangular tendr谩 unos 50 metros
cuadrados. En el centro de la Tumba de m谩rmol en la que reposan los restos de
Francisca Duarte.”
A pocos kil贸metros de Santa Mar铆a de Ipire, Estado Gu谩rico se encuentra el Hato
Barrialito el cual perteneci贸 al Se帽or Natalio Gonz谩lez Hurtado.
En
ese hato lleg贸 a desempe帽arse como trabajadora Mar铆a Francisca
"Panchita" Duarte a quien popularmente la conocen como "Mama
Pancha", "Pancha Duarte" y "Anima del Taguapire"; fue
una mujer bondadosa, responsable, decente y de un car谩cter recio que no aceptaba
el tuteo como f贸rmula de tratamiento.
Cuentan
los ancianos de la localidad y zonas adyacentes, que adem谩s de ser bondadosa
era una excelente partera (comadrona, como las llamaban antes).
Se
dice que muri贸 de paludismo, desconoci茅ndose el d铆a y a帽o exacto de su muerte y
que cuando la llevan a enterrar el caudal del r铆o les impidi贸 atravesarlo, por
lo cual tuvieron que colocar el chinchorro donde la llevaban debajo de un 谩rbol
de taguapire.
Al
d铆a siguiente cuando ya el r铆o les permit铆a proseguir el camino no pudieron
movilizar el cad谩ver porque 茅ste estaba tan pesado que decidieron enterrarla al
pi茅 del 谩rbol.
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