Hace algunos dias hablaba con uno de
los Cultores de mi pueblo acerca de la Cultura Bakongo y la herencia que
dejaron en nuestros pueblos de la Parroquia Caruao en la Costa Central del
estado Vargas y en uno de los tantos temas, discut铆amos el por que de la
veneraci贸n a Juan el Bautista, le manifestaba yo que eso fue producto de este
fen贸meno llamado por Ortiz transculturaci贸n y que para otros era producto de la
aculturaci贸n pero muy para mi esa creencia que encierra lo cat贸lico y lo Kongo
era transculturaci贸n pero no este flagelo no pudo cambiar en totalidad la
mentalidad de nuestros ancestros. Me sorprendi贸 mucho la respuesta que me dio
el viejo cuando le pregunte su opini贸n con respecto al tema, pues con un tono
algo ir贸nico me dijo: “pero hijo fue mejor que le pusieran el Bautista a
los negros ya que los negros eran muy salvajes, y eran asesinos.”
De inmediato record茅 unos escritos
muy resumido de Don Fernando Ortiz que hace ya varios meses le铆a y que causo
tambi茅n gran revuelta en la sociedad Afro-descendiente en Cuba, recuerdo que se
llamaba “LOS NEGROS BRUJOS Y LA ETNOLOG脥A CRIMINAL.” De
los cuales pude extraer t谩citamente lo siguiente:
(...) entre la gente de color el
libro no obtuvo sino silencio de disgusto, roto por algunos escritos de
manifiesta a煤n cuando refrenada hostilidad. Para los blancos aquel libro sobre
las religiones de los negros no era un estudio descriptivo, sino lectura
pintoresca, a veces divertida y hasta con puntos de choteo. A los negros les
pareci贸 un trabajo ex profeso contra ellos, pues descubr铆a secretos muy
tapados, cosas sacras de ellos reverenciadas y costumbres que, tenidas fuera de
su ambiente por bochornosas, pod铆an servir para su menosprecio. Sent铆 yo esa
hostilidad muy de cerca, pero no me arredr贸. (...)
Ejemplo de dicha hostilidad lo brinda
una carta, fechada en La Habana el 17 de febrero de 1935, firmada por «Un
tabaquero emigrado revolucionario», y que se encuentra entre los papeles del
sabio cubano, bajo el ep铆grafe Transculturaci贸n. En ella leemos:
(...) El ciudadano que tiene el honor
de dirigirle esta misiva, es un viejo de los que por la Patria dieron su
juventud por tener los mismos derechos que disfruta la raza afortunada; empero
hemos llegado a la vejez valiendo menos que los extranjeros. La mala fe de los
que se apoderaron de nuestros sacrificios, como fuimos los negros los que dimos
el mayor porcentaje en el campo de batalla y como el prop贸sito que ten铆an era
el de hacer lo que han hecho; pero como tem铆an que nuestra actitud se lo
impidiera aprisionaron a Cuba por medio de un vergonzoso tratado y un ap茅ndice
Constitucional que averg眉enza la historia de nuestra libertad sojuzgada por
manos blancas. Los motivos, el por qu茅 el que le escribe le dirige esta
ep铆stola, es para recordarle de un particular que ahora viene de molde, asunto
que Ud. hubo de hacer en los primeros d铆as de la Rep煤blica; despu茅s que
hicieron todos los creyeron pertinente para podernos acorralar, dieron el
espect谩culo macabro de la Maya, que ascendieron a casi de 6000 muertos de los
que le hicieron patria a los muy felices hermanos mayores. Vosotros se cogieron
la Administraci贸n del Estado y le cedieron a los espa帽oles las industrias y el
comercio y los sacrificados negros que se murieran de hambre. Y sin agregar las
injurias de los escritores como Ud. que escribi贸 un libro titulado Etnolog铆a
Criminal, diciendo que los negros eran raza criminal (...)
El mismo Ortiz un hombre que se
estaba dedicando al estudio de la Cultura Afro en Cuba hab铆a ca铆do en la misma
situaci贸n que el viejo cultor de mi pueblo. M谩s sin embargo ni Ortiz ni el
Viejo Cultor de mi pueblo se hab铆an preguntado ¿C贸mo no ser agresivo si estaban
obligando a los hombres libres a ser esclavos? ¿C贸mo se sinti贸 aquel hombre
despegado a las fuerzas de su tierra y de su familia para llevar golpes, ser
violados, torturados y maltratados inhumanamente? ¿Cu谩l era la raz贸n de su
actitud violenta? Esas actitudes eran sin贸nimos de rebeld铆a ante la opresi贸n, y
no pudo ser de otra manera, no era como lo pinto Cristo de si me golpea mi
enemigo una mejilla, coloco la otra mejilla.
Pero esa conciencia de que era mejor
que le impusieran a Bautista para calmar las insurrecciones y aplacar el animo
violento del negro, se debe a lo alienante mente mal aprendido por la v铆a de la
nueva transculturaci贸n global o neo globalizaci贸n que ha erradicado de algunos
de nuestros hermanos el concepto y el orgullo de sentirse Afro.
Lo que mas me duele es que en pleno
siglo XXI un hermano afro me diga que era mejor as铆. Era mejor que perdi茅ramos
la verdadera identidad y asumi茅ramos otra, pero no se ha sentado a meditar que
para que el y su grupo cultural pudieran hacer sonar un tambor, muchos de
nuestros ancestros dieron sus vidas por la libertad y muchos les fueron
arrancado el aliento con cada latigazo, otros obligandolos a olvidarse de sus
dioses o camuflarlos tras otros que no eran los nuestros sino de los patrones.
No es f谩cil la tarea de desaprender lo alienantemente aprendido y aprender la
verdad verdadera y certificada en documentos como estos. Aun queda mucho por
hacer para lograr la libertad del pensamiento en nuestros hermanos, que no
terminan de liberarse. La verdad es que me da lastima no por el sino por mi que
aun no he encontrado la formula para hacerle comprender que ese tipo de
comentarios est谩n errados al igual que un d铆a lo estuvo Ortiz . Pero le promet铆
llevarle para la pr贸xima conversaci贸n que tengamos alguno de los escritos a los
que hago menci贸n en esta nota.
Como dice el canto:
SAN JUAN DESPIERTA DEL SUENO Y SE
LLEVA MI TRISTEZA
AY LOLOE, AJE , AJE
Fuente Bibliogr谩fica Consultada: Diana Iznaga Beira “El
estudio del arte negro en Fernando Ortiz”
Escrito Redactado por: CRISTIAN VISCOCHEA
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