Los historiadores dicen que los originarios Indios, con los Negros
intercambiaron culturas y saberes y estos a su vez con los Espa帽oles, pero
ningunos de ellos se imagina o cuenta como sucedi贸 ese fen贸meno que desde mucho
tiempo sabemos que no cayo de los cielos ni fue en santa paz como pretenden
hacernos creer los libros.
Muchos le han dado t茅rminos diferentes a este proceso que ha hecho hoy
lo que somos y no se sabe si para el futuro inmediato seguiremos si茅ndolo.
Transculturaci贸n este nuevo silogismo o
neologismo proviene de los Escritos del gran Cubano Don Fernando Ortiz quien
hace alusi贸n al tema en su libro: “Contrapunteo cubano del tabaco y
el az煤car. 1940”
Ortiz irrumpe con este libro cambiando los tradicionales conceptos
sociales y plantea el termino TRANSCULTURACI脫N que
contrapone la tesis americana de la ACULTURACI脫N que
era el que se utilizaba para tratar de darle un significado cient铆fico al
proceso de transito por el cual pasaba una cultura a otra conforme a todas sus
repercusiones sociales que dicho transitar lleva impl铆cito.
A prop贸sito escribe Ortiz: “(...) El concepto de la
transculturaci贸n es cardinal y elementalmente indispensable para comprender la
historia de Cuba y, por iguales razones, la de toda la Am茅rica en general
(...)”
“(...) Todo cambio de cultura, o como diremos de ahora en lo
adelante, toda transculturaci贸n, es un proceso en el cual siempre se da algo a
cambio de lo que se recibe “(...) Es un proceso en el cual ambas partes de la
ecuaci贸n resultan modificadas. Un proceso en el cual emerge una nueva realidad,
compuesta y compleja; una realidad que no es una aglomeraci贸n mec谩nica de
caracteres, ni siquiera un mosaico, sino un fen贸meno nuevo, original e
independiente. Para describir tal proceso, el vocablo de latinas ra铆ces
trans-culturaci贸n proporciona un t茅rmino que no contiene la implicaci贸n de una
cierta cultura hacia la cual tiene que tender la otra, sino una transici贸n
entre dos culturas, ambas activas, ambas contribuyentes con sendos aportes, y
ambas cooperantes al advenimiento de una nueva realidad de civilizaci贸n. (...)”
Evidentemente nosotros el pueblo de Venezuela somos producto de la
mezcla entre diferentes seres humanos: Indio, Negro y Espa帽ol, ciertamente cada
uno de estos seres pertenec铆an a culturas y mundos distintos el uno del otro.
Econ贸mica y socialmente hablando estos seres humanos, estos hombres estaban
constituidos en pueblos, grupos o etnias de acuerdo a su forma com煤n de
organizaci贸n y participaci贸n, mas sin embargo ten铆an un indicador que les era
similar. “eran libres.” Tanto el Indio como el Negro guardaban
similitud en sus oficios, en sus formas de elaborar sus casas, en sus formas de
constituirse, en sus ritos m谩gicos, m煤sica, danzas y su forma de percibir los
fen贸menos naturales, hasta en la medicina ancestral. Con la llegada del Espa帽ol
a tierra “Indias” comienza una nueva era: “Esclavitud
y Barbarie.” Con ella se rompe esas formas de organizaci贸n
originarias de nuestras tierras y de nuestros primeros pobladores, se rompen la
manera cotidiana de ejecutar los oficios, se impone un l谩tigo que doblega al
que se resiste, se quiebran las generaciones filiales, los genes, las familias,
la libertad. Dos pedazos de maderas cruzados sostenidos en una mano empu帽ada
recubierta por un guante, impon铆an una nueva manera de creer, en Dios: “Cristocancia”
necesitaba de la oraci贸n del nuevo feligr茅s: “Infieles,
Esclavos, Piezas.” T茅rminos que despectivamente encierra la
palabra: “Indio.” La oraci贸n que se impuso fue el “Dorado
Nuestro.” Las palabras de vida fue: “Genocidio.” Y
la redenci贸n fue: “Arrod铆llense ante su Dios”: “La Corona Espa帽ola.”
Conocimos el diezmo que deb铆amos ofrecer al nuevo Dios que se regocijaba
en: “Diezmar las poblaciones y comunidades ind铆genas.” La historia narra que
los grandes navegantes europeos: “Descubrieron.” Palabra que
significa “Quitar el Velo.” Mas nosotros fuimos los que
descubrimos un hombre “maligno”, descubrimos el horror y las miserias, ellos
les quitaron el velo de la pureza a nuestras mujeres y a nuestros hombres le
quitaron el velo de la ignorancia que como cataratas llenaban nuestros ojos.
Mermaron al indio y hasta 脕frica llegaron con la misma formula que ya
hab铆an practicado en este Continente. Saqueos, violaciones, matanzas,
insurrecciones, pero al final vence el que tiene el poder y las armas. Como
piezas fueron tra铆dos, vendidos, torturados y al igual que el Indio originario
de Am茅rica fueron presentados antes el Dios supremo: “Cristocancia.”
Los arrodillaban ante su “Dominus”: “La
Corona Espa帽ola.”
Lo que si sabemos es, lo que somos hoy es producto de este fen贸meno que
pocas veces ocurre en gran magnitud en alg煤n continente del mundo, al igual que
tambi茅n sabemos que nunca, o muy pocas veces ocurre de forma pacifica sin que
haya quienes defiendan sus verdaderas ra铆ces y quienes se resistan a perderlo
todo o en partes, pero quien se resiste siempre es tildado de malo y quien nos
impone es el bueno, nos acostumbraron a creer que lo que viene de afuera de
nuestras fronteras es lo mejor y a perder la fe y la credibilidad en lo
nuestro.
Continuara…
Bibliograf铆a: “Ortiz, F. Contrapunteo
cubano del tabaco y el az煤car. 1940”
Por Cristian Viscochea
Osma, 01 de Julio
de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario